Convento de
la Encarnación
Aparecen restos de la
primitiva iglesia y parroquia de los Santos Justo y Pastor
Convento de
la Encarnación
Aparecen restos de la
primitiva iglesia y parroquia de los Santos Justo y Pastor
La desaparecida iglesia de los Santos Justo y Pastor, se levanta
intramuros en 1501, en el solar que ocupaba la mezquita y aljibe del
Majadalbecy, cerca de la Bab al-Riba o puerta del Molino de la harina, en la
actual la Plaza de la Encarnación.
El cronista de la provincia franciscana hace referencia a la fundación en Granada en 1529 de una clausura clarisa en una capilla de San Matias de solo ocho monjas, sujetas a la jurisdicción del obispo de Almeria. Al tomar posesión en Granada el arzobispo Gaspar de Ávalos decide admitir bajo su jurisdicción y también particular y familiar la orden conventual y mando venir a su hermana de Baeza sor Isabel de la Cruz y Ávalos y a sus primas sor Luisa de Niquesa y sor Aldonza de Mendoza que acabaron al frente de la comunidad religiosa.
En 1541 se trasladan a unas casas anexas a la Iglesia de los
Santos Justo y Pastor, propiedad de Inés de Arías, con capiteles
nazaríes, zapatas, alfarjes, patinillos y galerías de madera que estaban
intramuros y un patio trasero o huerta que estaba separado por las murallas de
la ciudad medieval, iniciando en 1549 las clarisas su actividad conventual
rehabilitando estas propiedades.
En 1560 bajo el patrocinio de la nobleza regularizan todo este
espacio en torno a un claustro derribando las murallas medievales que pasaban
por el patio y que se pueden ver en la Plataforma de Vico.
En 1541 se trasladan a unas casas anexas a la Iglesia de los
Santos Justo y Pastor, propiedad de Inés de Arías, con capiteles
nazaríes, zapatas, alfarjes, patinillos y galerías de madera que estaban
intramuros y un patio trasero o huerta que estaba separado por las murallas de
la ciudad medieval, iniciando en 1549 las clarisas su actividad conventual
rehabilitando estas propiedades.
En 1560 bajo el patrocinio de la nobleza regularizan todo este
espacio en torno a un claustro derribando las murallas medievales que pasaban
por el patio y que se pueden ver en la Plataforma de Vico.
Detalle de la Plataforma Ambrosio de Vico. Arriba Iglesia y Murallas
Las monjas no tenía capilla propia y utilizaron para el culto la iglesia, hasta que en 1799, con la expulsión de los
jesuitas, la parroquia de los Santos Justo y Pastor pasa a la ex capilla
jesuita del colegio San Pablo, como se conoce actualmente, quedando
la iglesia para uso exclusivo de la orden religiosa que lo incorporan al
convento.
Capilla jesuita del Colegio San Pablo. Hoy iglesia parroquia Santos Justo y Pastor
La demolición de la propiedad monástica se inicia por la antigua iglesia
y cuando quedaba solo la nave anexa al convento, las monjas recuperan el
convento con el consiguiente disgusto de la Comisión
de Ornato del Ayuntamiento, que descarta el proyecto de construcción de nuevas
viviendas y que a la vez que empedraba para plaza el solar derruido, solicitan a
la orden conventual que regularicen la fachada del convento para incorporar la
crujía de la nave de la iglesia que se salvó de la piqueta.
Con
las obras de enfoscado y pintura que se están acometiendo en las fachadas del
convento han apareciendo vestigios de la antigua regularización de la nave de la iglesia, que está
llamando la atención de los ciudadanos.
Arcadas cegados de la nave de la iglesia que fue incorporada al convento..
Maqabrillas
del maqaber Sad ibn Malik o de puerta Elvira, que después de su
clausura, una Real Cédula permitía utilizar estas piedras para la
construcciones religiosas y militares. Algunas de estas piedras no dejan
ver sus bordes epigrafiados.
Todavía queda por picar la fachada de San Jerónimo, donde se
puede observar la existencia de enormes ventanales, que pueden corresponderse con la primitiva capilla conventual que daba a la iglesia. También se deja ver la existencia de una puerta.
En el año 2004, con motivo de unas obras de ampliación del horno
y otras dependencias, se realizaron en el patio unas excavaciones arqueológicas
que documentaron, por primera vez 25 metros de la muralla de la medina
llana, con cuatro metros de anchura, torreón, barbacana y antemuralla del siglo
XI/XII, protegidas como Bien de Interés
Cultural.
Excavación arqueológica de las
murallas:
La Comisión de Patrimonio y Cultura
autorizaron su consolidación y puesta en valor los restos amurallados en la
nueva edificación, hecho que no hemos podido constatar porque desde 1985, que
la Ley de Patrimonio Histórico Español, reconoce el derecho de visita pública
y gratuita de los ciudadanos a los bienes declarados BIC, en territorio andaluz
se nos viene negando de forma totalmente arbitraria ese derecho por parte de la
Junta de Andalucía.
Otro
ejemplo similar, al descubierto en el Convento de la Encarnación lo
tenemos en una de las fachadas laterales de Iglesia de San Andrés,
inmersa en un proyecto de rehabilitación, que por
motivos que desconocemos está paralizado y su portada en un estado que
avergüenza a propios y ajenos.
Lo
que empezó como obras menores de enfoscado y pintura, se ha convertido en un
obrón de restauración por los vestigios aparecidos, que deben ser consolidados
y puestos en valor.
Pero
tenemos un problema y este es que dudamos mucho que la orden pueda acometer el
coste financiero de su puesta en valor.
Por
este motivo Cultura, debe parar las obras que se siguen realizando hasta que no
haya sobre el papel un proyecto de Restauración, Consolidación y Puesta en
Valor de los vestigios aparecidos y los que puedan aparecer.
Ý
como segundo paso, poner los
recursos financieros que sean necesarios entre el Arzobispado, la Junta,
Ministerio y Ayuntamiento, para acometer este proyecto, que sin duda es una
inversión de gran valor para la Ciudad y para sus visitantes y como
contrapartida, se puede solicitar a la orden conventual la puesta en valor del
derecho de visita pública y gratuita a las Murallas Medievales declaradas BIC
que están en los bajos de un edificio con entrada por el patio.
Fotos y texto Narciso Ruiz Crespo
Coordinador de OPPIDUM ELEBERIS
difusión, protección
e integración del Patrimonio Histórico español en Granada.
Detalle de la Plataforma Ambrosio de Vico. Arriba Iglesia y Murallas |
Las monjas no tenía capilla propia y utilizaron para el culto la iglesia, hasta que en 1799, con la expulsión de los
jesuitas, la parroquia de los Santos Justo y Pastor pasa a la ex capilla
jesuita del colegio San Pablo, como se conoce actualmente, quedando
la iglesia para uso exclusivo de la orden religiosa que lo incorporan al
convento.
Capilla jesuita del Colegio San Pablo. Hoy iglesia parroquia Santos Justo y Pastor |
La demolición de la propiedad monástica se inicia por la antigua iglesia
y cuando quedaba solo la nave anexa al convento, las monjas recuperan el
convento con el consiguiente disgusto de la Comisión
de Ornato del Ayuntamiento, que descarta el proyecto de construcción de nuevas
viviendas y que a la vez que empedraba para plaza el solar derruido, solicitan a
la orden conventual que regularicen la fachada del convento para incorporar la
crujía de la nave de la iglesia que se salvó de la piqueta.
Con
las obras de enfoscado y pintura que se están acometiendo en las fachadas del
convento han apareciendo vestigios de la antigua regularización de la nave de la iglesia, que está
llamando la atención de los ciudadanos.
Arcadas cegados de la nave de la iglesia que fue incorporada al convento..
Arcadas cegados de la nave de la iglesia que fue incorporada al convento..
Maqabrillas del maqaber Sad ibn Malik o de puerta Elvira, que después de su clausura, una Real Cédula permitía utilizar estas piedras para la construcciones religiosas y militares. Algunas de estas piedras no dejan ver sus bordes epigrafiados.
Todavía queda por picar la fachada de San Jerónimo, donde se puede observar la existencia de enormes ventanales, que pueden corresponderse con la primitiva capilla conventual que daba a la iglesia. También se deja ver la existencia de una puerta.
En el año 2004, con motivo de unas obras de ampliación del horno y otras dependencias, se realizaron en el patio unas excavaciones arqueológicas que documentaron, por primera vez 25 metros de la muralla de la medina llana, con cuatro metros de anchura, torreón, barbacana y antemuralla del siglo XI/XII, protegidas como Bien de Interés Cultural.
Excavación arqueológica de las
murallas:
La Comisión de Patrimonio y Cultura autorizaron su consolidación y puesta en valor los restos amurallados en la nueva edificación, hecho que no hemos podido constatar porque desde 1985, que la Ley de Patrimonio Histórico Español, reconoce el derecho de visita pública y gratuita de los ciudadanos a los bienes declarados BIC, en territorio andaluz se nos viene negando de forma totalmente arbitraria ese derecho por parte de la Junta de Andalucía.
Otro
ejemplo similar, al descubierto en el Convento de la Encarnación lo
tenemos en una de las fachadas laterales de Iglesia de San Andrés,
inmersa en un proyecto de rehabilitación, que por
motivos que desconocemos está paralizado y su portada en un estado que
avergüenza a propios y ajenos.
Lo
que empezó como obras menores de enfoscado y pintura, se ha convertido en un
obrón de restauración por los vestigios aparecidos, que deben ser consolidados
y puestos en valor.
Pero
tenemos un problema y este es que dudamos mucho que la orden pueda acometer el
coste financiero de su puesta en valor.
Por
este motivo Cultura, debe parar las obras que se siguen realizando hasta que no
haya sobre el papel un proyecto de Restauración, Consolidación y Puesta en
Valor de los vestigios aparecidos y los que puedan aparecer.
Ý
como segundo paso, poner los
recursos financieros que sean necesarios entre el Arzobispado, la Junta,
Ministerio y Ayuntamiento, para acometer este proyecto, que sin duda es una
inversión de gran valor para la Ciudad y para sus visitantes y como
contrapartida, se puede solicitar a la orden conventual la puesta en valor del
derecho de visita pública y gratuita a las Murallas Medievales declaradas BIC
que están en los bajos de un edificio con entrada por el patio.
Por
este motivo Cultura, debe parar las obras que se siguen realizando hasta que no
haya sobre el papel un proyecto de Restauración, Consolidación y Puesta en
Valor de los vestigios aparecidos y los que puedan aparecer.
Ý
como segundo paso, poner los
recursos financieros que sean necesarios entre el Arzobispado, la Junta,
Ministerio y Ayuntamiento, para acometer este proyecto, que sin duda es una
inversión de gran valor para la Ciudad y para sus visitantes y como
contrapartida, se puede solicitar a la orden conventual la puesta en valor del
derecho de visita pública y gratuita a las Murallas Medievales declaradas BIC
que están en los bajos de un edificio con entrada por el patio.
Fotos y texto Narciso Ruiz Crespo
Coordinador de OPPIDUM ELEBERIS
difusión, protección e integración del Patrimonio Histórico español en Granada.
difusión, protección e integración del Patrimonio Histórico español en Granada.