DARRO TURBIO O DARRILLO
Protección,
conservación, integración
La acequia del Darro el Turbio o el Darrillo sacaba de la
ciudad las aguas turbias y los desechos de la ciudad medieval. Se dividía en dos ramales principales, uno iba por la calle Cárcel Baja, que un partidor dividía en dos acequias princiaples, una que pasaba por la puerta del Boquerón del Darro hasta las huertas y campos de Fuente Nueva y otro que por la calle Cárcel Baja salía por la puerta de Bibalmazán, donde se dividía en varios ramales que regaban las huertas de todo este entorno situado en los extramuros de la ciudad medieval.
Una de estas acequias iba por la calle Duquesa hasta el
Monasterio de San Jerónimo (antigua finca de Daralmurdi) y regaban las huertas
de Genincada y Fadin Alfar.
En un escrito dirigido a la Delegación de Cultura el pasado 16 de junio, la asociación Oppidum Eleberis expone que en el
tramo comprendido entre la plaza de la Trinidad y callé Málaga de la calle
Duquesa, se está realizando por parte de Emasagra unas obras de abastecimiento
y saneamiento donde los operarios están excavando una zanja que ha llegado
hasta una acequia cubierta con bóveda de ladrillo, que se corresponde con el
trazado medieval del ramal del Darro Turbio y que posiblemente después de una
intervención a finales del siglo XIX, se seguía utilizando para canalizar las
aguas residuales de esta parte de la ciudad.
En su escrito la asociación denuncia en base al artículo 5 de la Ley 14/2007, del Patrimonio Histórico andaluz, que con
motivo de estas obras de saneamiento, la bóveda de
ladrillo está siendo destruida en su totalidad, colocando en el interior de la
acequia unos tubos modernos que se cubren con tierra y que está arruinando este
vestigio.
La asociación solicita a Cultura que se evite que se siga expoliando la acequia y su bóveda en su
totalidad, compatibilizando la nueva canalización de los tubos, con una
intervención respetuosa que conserve mayormente su fábrica actual, excepto en
aquellos puntos que sea necesario por motivos técnicos o de mantenimiento.
Narciso R. Crespo, miembro de la Asociación Oppidum Eleberis
No hay comentarios:
Publicar un comentario