PASEO POR LOS
LUGARES GANIVETIANOS
El Centro Artístico, Literario y Científico de
Granada, recuerda a Ganivet en el 150 aniversario de su nacimiento
Crónica de un Paseo
13-12-2015
PASEO POR LOS
LUGARES GANIVETIANOS
PASEO POR LOS
LUGARES GANIVETIANOS
El Centro Artístico, Literario y Científico de
Granada, recuerda a Ganivet en el 150 aniversario de su nacimiento
Crónica de un Paseo
13-12-2015
Para conmemorar este acontecimiento, la Vocalía de Patrimonio Histórico del Centro Artístico programó un paseo para socios y
simpatizantes del Centro por los Lugares Ganivetianos el domingo 13 de diciembre, fecha
del nacimiento de D. Ángel Ganivet y García.
Con este paseo y el ciclo de conferencias
que se están realizando en el salón de actos, el Centro
Artístico ha querido recordar y rendir un merecido homenaje a uno de los hijos
más ilustre que ha tenido la ciudad de Granada de todos los tiempos.
Narciso
R. Crespo, Vocal de la Granada que Queremos de la Junta Directiva del
Centro Artístico, se encargó de organizar el paseo y acompañar a los
participantes durante el recorrido, con la estimable colaboración de la Vocal de
Literatura Pilar Bueno, que ayudó en los preparativos del paseo y en la selección de los
poemas de Ganivet, verso que fueron declamados por el poeta local Pedro
Enríquez con su maestría habitual.
A las diez de la mañana, a pesar de la incipiente lluvia con las
que nos recibió ese día, los participantes nos fuimos
reuniendo en la plaza del Campillo. Punto de partida de la ruta. Entre los
asistentes estaban el historiador y abogado Miguel Ruiz de Almodóvar, la
vicepresidenta y varios miembros de la Junta Directiva del Centro Artístico de
Granada.
Después del saludo y de dar las gracias a los presentes por
participar en el homenaje a Ganivet, Crespo hizo lectura de un resumen de la
biografía familiar y personal del autor de Granada la Bella y de la Granada de
su época, invitando a los asistentes a participar durante el recorrido, como si
se tratara de un paseo de Ganivet y sus amigos de la Cofradía del Avellano.
En este entorno en el que hemos quedado, hoy muy transformado,
decía Crespo, pasó Ganivet los primeros años de su niñez. El primer
lugar que vamos a visitar es el domicilio familiar de Ganivet en el nº 3 de
la calle del Darro Campillos (hoy de Enriqueta Lozano), cerca del
monumento y de la plaza, que años antes había sido rebautizada de Mariana
Pineda (antes de Bailén), en honor de la heroína granadina, donde
Ganivet recordaría que su pollino se escapaba en las conmemoraciones a la
heroína y se unía a la comitiva oficial o los tragos de leche, que me
obsequiaban las cabras que por allí pasaban por la mañana (Gallego Morell).
La Granada de los desaparecidos Teatro Cervantes y antiguo
Casino, el Cuartel de Artillería de Bibataubín o del Darro descubierto que
Ganivet debía cruzar por el cercano puente de la Castañeda o por el Puente de
la Virgen. Un entorno en su época muy concurrido lleno de posadas donde se
hospedaban comerciantes, comediantes y viajeros románticos.
En 1865 Dª Angeles
García Siles, se va a trasladarse para dar a luz su segundo hijo, en la calle
San Pedro Mártir 13, con cuyo nombre ya era conocida en 1630, por voluntad de
los frailes dominicos de Santa Cruz la Real. Allí, en casa medianera con otro
molino de harina, dice Gallego Morell, nacería el escrito el 13 de diciembre.
En un ambiente de muelas y batanes, de acequias y atanores, de panes y
moliendas. En la casa y horno de
sus abuelos pasaría Ganivet sus primeras navidades en su cuna. Cuatro
días después era bautizado en la parroquia Nuestra Señora de las Angustias con
el nombre de Angel, Francisco de Paula, José, Lucía de la Trinidad. Pasadas las navidades la familia vuelve a su casa de la
calle del Darro (Gallego Morell).
En su Casa Natal
de la calle San pedro Mártir nº 13 y 15, que correspondería a la casa y al molino
medianero, propiedad de su abuelo materno, inmuebles que aún existen,
auqnue muy transformados, hicimos nuestra segunda parada.
El edificio nº 13 que se correspondía con
el molino harinero hoy está incurso en un proceso de rehabilitación
afortunadamente. En 2013 el edificio se puso en venta en un estado casi ruinoso
que aventuraba su derribo. La Asociación Oppidum Eleberis inició una campaña de
escritos, recogidas de firmas y notas de prensa para evitar su desaparición. Solicitando
a las instituciones su adquisición como Casa Cultural dedicada a Ganivet, la
Generación del 98 de la que fue uno de sus precursores y a la Ciudad Histórica.
No fue atendida esta petición por el Ayuntamiento y Cultura, pero al menos se
consiguió su rehabilitación.
Allí Crespo destacó la falta de celo y
protección durante este tiempo de ambos edificios y la ausencia de una placa
que recordara que en este lugar nació Ángel Ganivet.
A los nueve años muere
su padre Francisco Ganivet Morcillo y el abuelo Francisco de Paula García
Hurtado, Papaito se hace cargo de la familia y se trasladan a la casa-molino de
la Sagra en la Cuesta de los Molinos. El pequeño Ganivet cambia el Darro por la
acequia Gorda y el Genil y se hace greñudo, sin mucho interés por los estudios
en ese momento, más interesado por apedrear perros y las peleas de guerrillas
(Gallego Morell).
En una pelea entre
barrios Ganivet recibe una tremenda pedrada y posteriormente sufre una caída
fracturándose la pierna, que le tuvo cuatro años al cuidado de la madre,
descubriendo en estos años su afición por la lectura
Los asistentes continuaron su periplo por
el paseo de la Bomba, hasta la Cuesta de los Molinos, lugar donde se encuentra
el Molino de la Sagra (hoy de Ángel Ganivet),
donde la familia Ganivet se trasladaron en 1875 y a la que el autor granadino siempre consideró su casa,
como recordaría en su época de greñudo.
A pesar de ser domingo, la Diputación tuvo
a bien abrirnos las puertas de la casa-molino. En su fachada destacar la lápida dedicada a Ganivet por el
Ayuntamiento, obra del escultor Loyzaga en 1900. Este edificio sufrió una
drástica e inexplicable reforma en 1990, que solo respetó su fachada y la parte
hidráulica árabe en la acequia Gorda.
Qué diferencia con el paseo de 1965, cuando
los asistentes obsequiaron con un ramo de flores a las sobrinas del diplomático,
que todavía habitaban la casa molino y que durante muchos años intentaron que
fuera el Museo Ángel Ganivet. Otro motivo más que nos debe hacer reflexionar y preguntarnos
por qué no se hizo nada para evitar su pérdida. En su interior, totalmente
desfigurado, sólo una bella maqueta del molino nos recuerda su pasado. Los
participantes recorrimos las dependencias del antiguo molino y la casa, así
como las imponentes cárcavas sobre la acequia Gorda del Molino de la Sagra y
del cercano Molino del Marqués. Esperamos que algún día Diputación haga justicia con la
memoria de Ganivet y el Molino se convierta en un Museo o en un Centro Cultural
dedicado a Ganivet y exponga los pocos recuerdos del autor que tiene la
Diputación y los niños, que son el futuro, como decía Ganivet, puedan ir a
estudiar y conocer al autor de Granada la Bella. Algo se ha conseguido al menos
y hoy en día hay un expositor con las obras de Ángel Ganivet.
Después de leer un interesantísimo examen
grafológico de la firma de Ganivet por parte de Pedro Enríquez, los asistentes
salimos del molino. No sin antes dar las gracias al funcionario por sus atenciones,
agradecimiento que trasladamos a los responsables de la Diputación.
Con catorce años aprueba el ingreso y
comienza el bachillerato con sobresalientes y matrículas de honor, así como en
la universidad donde se matricula de Filosofía y Letras, descubriendo a Séneca
y en Derecho, en estos años conocerá a Seco de Lucena y a Gómez Moreno hijo
entre otros.
Pero Granada se le queda
pequeña a esta alma inquieta y en 1888 Ganivet se marcha a Madrid para
doctorarse en Letras y terminar la licenciatura de Derecho. Alli conocería a su
gran amigo Navarro Ledesma. En Madrid asiste al Ateneo del que se hace socio y
a las tertulias en los cafés de la época. En 1889 oposita con éxito para
ayudante de archivos y comienza a trabajar en el Ministerio de Fomento. En 1891
oposita sin éxito a la cátedra de griego en la Universidad de Granada, durante
este tiempo conocería a Miguel de Unamuno, cátedra que consigue José Alemany.
Qué distinto hubiera sido el destino de Ganivet de haber aprobado esta
oposición. Ese mismo año Ganivet conoce a una bella mujer en un baile de
máscara y se enamora de sus bellos ojos, no se casarían nunca, pero sería su
pareja hasta los últimos días de su vida. Con Amelia tuvo dos hijos, Natalia en 1893
(que moriría a los pocos meses en París) y Angel Tristán en 1894 (que moriría
en 1958 y tendría catorce hijos),
En 1892 oposita a
vicecónsul, plaza que consigue con el número 1 y es destinado a la ciudad de
Amberes, y allí se va con Amelia. En 1896 asciende a cónsul y es destinado a
Hersingfors (Helsinki). Por fin consigue una licencia y Ganivet pasa el verano
del 1897 en Granada con sus amigos de la Cofradía del Avellano, al volver de
nuevo a Helsingfors se propone estudiar sueco y conoce a la bella Mascha
Djakoffsky de la que enamorará y a la que dedicará bellos poemas de amor en
francés. En 1898 se suprime el consulado y Ganivet es destinado al nuevo
consulado en Riga a principio de año, allí escribiría el último capítulo de su
vida, enfermo Ganivet se arroja al río Daugava (Dvina) el 29 de noviembre de
1898, en el consulado lo espera Amelia Roldán y su hijo Angel Tristán que
recibe la terrible noticia. Ganivet es enterrado en una sencilla tumba en el
cementerio de Riga. Muere el hombre y comienza el mito. La noticia causó un
gran impacto en Granada. Ese final de año se habló más en su muerte que de la
crisis profunda en la que se sumía España por la pérdida de los últimos
territorios de Ultramar. (Gallego Morell)
Antes de ascender a la Alhambra, visitamos
el parque del cuartel de las Palmas, (que en el futuro solicitaremos que lleve
el nombre de Ganivet), donde se puede ver la acequia Gorda descubierta y la entrada
de las aguas al Molino del Marqués de Rivas (molino rehabilitado recientemente que
no pudimos visitar por que el Ayuntamiento no atendió nuestra petición y no nos
abrió sus puertas).
Por el Caidero y Antequeruela Baja,
ascendimos hasta la Escultura de Juan Cristóbal, en la
fuente del Tomate, dedicada a Ángel Ganivet en 1921, en el paseo
central de la Alameda en la Alhambra. A la llegada nos saludó el Director de la Alhambra, D. Reynaldo
Férnández Manzano, acompañado de la presidenta del Centro Artístico Dª Celia
Correa Góngora. Tras unos breves discursos de elogio al autor de Granada la
Bella, dirigida a los asistentes con presencia de los medios de comunicación,
el director de la Alhambra, acompañado de la Presidenta del Centro, colocó un
ramos de flores en la escultura de Ganivet. A continuación Pedro Enríquez
declamó varios versos de Ganivet que los presentes aplaudieron. Finalizado este
emotivo acto nos dirigimos por el paseo central de la Alameda al cementerio.
En el primer patio del Cementerio de San José, se encuentra
la sencilla tumba de Ganivet, con la lápida que tenía en el cementerio
de Riga, con caracteres rusos. En torno a su tumba tuvo lugar el acto más emotivo del paseo,
con la ofrenda de un ramo de flores en nombre del Centro Artístico por parte de
su Presidenta. A continuación Narciso R. Crespo hizo lectura de un
resumen de las crónicas de prensa sobre los emotivos actos de reconocimientos
que tuvieron lugar durante el traslado de los restos de Ángel Ganivet, desde el
cementerio de Riga hasta Irún a bordo del vapor Tibet y los multitudinarios recibimientos
y homenajes que se hicieron al autor del Idearium Español, en la Universidad
Central de Madrid y el apoteósico sentir de la ciudad de Granada durante su
llegada, velatorio y entierro en 1925. A continuación Pedro Enríquez hizo
lectura del emotivo verso del Escultor de su Alma “Quién pudiera rosa ser…” y Narciso hizo lectura de un verso propio,
dedicado a la fecha de su muerte. Concluyendo este emotivo homenaje con unas
palabras por parte de la Presidenta del Centro Artístico.
A continuación, un grupo mucho más reducido, eran ya cerca de
las tres de la tarde, bajamos por la reformada Cuesta de los Muertos (como
diría Ganivet en su tiempo), hoy del Rey Chico, hasta la Fuente del Avellano. En este lugar tan relacionado con Ganivet hicimos un acto de reconocimiento
a ese grupo de amigos que formaban la Cofradía del Avellano, que todas las tardes del verano de
1897, se sentaban en torno al murete que circundaba la fuente del Avellano con
el magisterio de Ganivet en interminables tertulias literarias.
Que como diría Nicolas
María López era una reunión de amigos. Nunca tuvo domicilio ni reglamento. El
presidente nato fue Ganivet. En su estructura exterior se asemejaba a las
Academias helenísticas. Sentado en semicírculo alrededor de una fuente natural
bellísima, bajo un dosel de álamos y avellano, se departía con serenidad y
elevación, en estilo granadino, que sabe combinar la seriedad de los asuntos
con el ingenio y la gracia. Se oía a todos; al viejo y al joven, al
grave, al díscolo, y no se decían más tonterías que las enteramente precisas
para descongestionar un poco el ambiente poético del paisaje.
Antes de concluir en este lugar el paseo por los Lugares Ganivetianos, el hijo
de Miguel Ruiz de Almodóvar hizo una lectura cargada de gran emotividad sobre
la Cofradía del Avellano de la que formaban parte su abuelo y su tío abuelo, a continuación Crespo leyó otro pasaje de la cofradía, concuyendo este último lugar Ganivetiano con lecturas de poemas
en la fuente y durante el regreso por el camino hacia el Paseo de los Tristes por parte de nuestra amiga Emilia García. En
el puente del Aljibillo dimos por concluido este emotivo, pero merecido
reconocimiento y homenaje al inmortal y sobre todo granadino D. Ángel Ganivet y
García.
Crónica de Narciso Ruiz Crespo, coordinador de Oppidum Eleberis y Vocal de Patrimonio Histórico del Centro Artístico, Literario y Científico de Granada
Cartel del paseo por los Lugares Ganivetianos
Manuel Rodríguez, Arturo Marín y Narciso Crespo
Narciso Crespo se dirige a los presentes en la plaza del Campillo
Plano de Granada de 1894 por Ramón González Sevilla
Casa familiar en el nº 3 de la calle Darro Campillo, hoy de Enriqueta Lozano
Narciso se dirige a los presentes
Casa Natal en la calle San Pedro Mártir nº 13, medianera con el antiguo Molino hoy nº 15
Estado del antiguo molino en el nº 15 antes de la rehabitación que se está llevando a cabo
Interior en proceso de reforma del nº 15 de San pedro Mártir
Fachada en proceso de rehabilitación del nº 15 de San Pedro Mártir
Plano de Granada de 1894 por Ramón González Sevilla
Casa Molino de la Sagra hoy de Ganivet utilizado como Centro de Documentación de la Provincial de Granada y norte de Marruecos.......?
Lápida del escultor Loyzaga en el molino de 1900
Enseñando el molino
Maqueta del molino en la planta superior
Enríquez leyendo el estudio grafológico a la firma de Ganivet
Obras de Ganivet en el molino en el aniversario
Miguel Ruiz de Almodóva y Narciso Ruiz Crespo en los jardines del molino
Foto de grupo en el Molino
Reynaldo saludando a Pedro Enríquez y Pilar Bueno
Ofrenda floral del Director de la Alhambra a Ganivet, acompañado de la Presidenta del Centro Artístico
Palabras de la Presidenta del Centro Dª Celia Correa y del Director de la Alhambra D. Reynaldo Fernández a los presentes y a los medios de comunicación
Pedro Enríquez y su lectura poética de Ganivet
Pedro Enríquez, Pilar Bueno y Narciso Crespo
Cementerio de San José
Ofrenda floral de la Presidenta y Vicepresidenta del Centro Artístico en la tumba de Ganivet
Lectura de la crónica de la llegada de los restos de Ganivet desde el cementerio de Riga a España y de un poema dedicado a la fecha de su fallecimiento
Dª Celia Correa Góngora Presidenta del Centro Artístico se dirige a los presentes
Narciso Crespo, Pilar Bueno y pedro Enríquez en la tumba de Ganivet
El hijo de Miguel Ruiz de Almodóvar recibiendo los aplausos de los presentes después de su lectura en la ffuente del Avellano
D. Miguel Ruiz de Almodóvar y el Libro de Granada de los cofrades y amigos de Ganivet
Lectura en recuerdo de la Cofradía del Avellano por parte de Crespo
Foto de Grupo junto a la Fuente del Avellano
Nuestra amiga Emilia García declamando poemas de Ganivet de regreso por el camino del Avellano
Fotos, guión y texto de de Narciso R. Crespo, para la Asociación Oppidum Eléberis, protección y difusión del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de Granada
En este entorno en el que hemos quedado, hoy muy transformado,
decía Crespo, pasó Ganivet los primeros años de su niñez. El primer
lugar que vamos a visitar es el domicilio familiar de Ganivet en el nº 3 de
la calle del Darro Campillos (hoy de Enriqueta Lozano), cerca del
monumento y de la plaza, que años antes había sido rebautizada de Mariana
Pineda (antes de Bailén), en honor de la heroína granadina, donde
Ganivet recordaría que su pollino se escapaba en las conmemoraciones a la
heroína y se unía a la comitiva oficial o los tragos de leche, que me
obsequiaban las cabras que por allí pasaban por la mañana (Gallego Morell).
La Granada de los desaparecidos Teatro Cervantes y antiguo Casino, el Cuartel de Artillería de Bibataubín o del Darro descubierto que Ganivet debía cruzar por el cercano puente de la Castañeda o por el Puente de la Virgen. Un entorno en su época muy concurrido lleno de posadas donde se hospedaban comerciantes, comediantes y viajeros románticos.
En 1865 Dª Angeles
García Siles, se va a trasladarse para dar a luz su segundo hijo, en la calle
San Pedro Mártir 13, con cuyo nombre ya era conocida en 1630, por voluntad de
los frailes dominicos de Santa Cruz la Real. Allí, en casa medianera con otro
molino de harina, dice Gallego Morell, nacería el escrito el 13 de diciembre.
En un ambiente de muelas y batanes, de acequias y atanores, de panes y
moliendas. En la casa y horno de
sus abuelos pasaría Ganivet sus primeras navidades en su cuna. Cuatro
días después era bautizado en la parroquia Nuestra Señora de las Angustias con
el nombre de Angel, Francisco de Paula, José, Lucía de la Trinidad. Pasadas las navidades la familia vuelve a su casa de la
calle del Darro (Gallego Morell).
En su Casa Natal
de la calle San pedro Mártir nº 13 y 15, que correspondería a la casa y al molino
medianero, propiedad de su abuelo materno, inmuebles que aún existen,
auqnue muy transformados, hicimos nuestra segunda parada.
El edificio nº 13 que se correspondía con
el molino harinero hoy está incurso en un proceso de rehabilitación
afortunadamente. En 2013 el edificio se puso en venta en un estado casi ruinoso
que aventuraba su derribo. La Asociación Oppidum Eleberis inició una campaña de
escritos, recogidas de firmas y notas de prensa para evitar su desaparición. Solicitando
a las instituciones su adquisición como Casa Cultural dedicada a Ganivet, la
Generación del 98 de la que fue uno de sus precursores y a la Ciudad Histórica.
No fue atendida esta petición por el Ayuntamiento y Cultura, pero al menos se
consiguió su rehabilitación.
Allí Crespo destacó la falta de celo y
protección durante este tiempo de ambos edificios y la ausencia de una placa
que recordara que en este lugar nació Ángel Ganivet.
A los nueve años muere
su padre Francisco Ganivet Morcillo y el abuelo Francisco de Paula García
Hurtado, Papaito se hace cargo de la familia y se trasladan a la casa-molino de
la Sagra en la Cuesta de los Molinos. El pequeño Ganivet cambia el Darro por la
acequia Gorda y el Genil y se hace greñudo, sin mucho interés por los estudios
en ese momento, más interesado por apedrear perros y las peleas de guerrillas
(Gallego Morell).
En una pelea entre
barrios Ganivet recibe una tremenda pedrada y posteriormente sufre una caída
fracturándose la pierna, que le tuvo cuatro años al cuidado de la madre,
descubriendo en estos años su afición por la lectura
Los asistentes continuaron su periplo por
el paseo de la Bomba, hasta la Cuesta de los Molinos, lugar donde se encuentra
el Molino de la Sagra (hoy de Ángel Ganivet),
donde la familia Ganivet se trasladaron en 1875 y a la que el autor granadino siempre consideró su casa,
como recordaría en su época de greñudo.
A pesar de ser domingo, la Diputación tuvo
a bien abrirnos las puertas de la casa-molino. En su fachada destacar la lápida dedicada a Ganivet por el
Ayuntamiento, obra del escultor Loyzaga en 1900. Este edificio sufrió una
drástica e inexplicable reforma en 1990, que solo respetó su fachada y la parte
hidráulica árabe en la acequia Gorda.
Qué diferencia con el paseo de 1965, cuando
los asistentes obsequiaron con un ramo de flores a las sobrinas del diplomático,
que todavía habitaban la casa molino y que durante muchos años intentaron que
fuera el Museo Ángel Ganivet. Otro motivo más que nos debe hacer reflexionar y preguntarnos
por qué no se hizo nada para evitar su pérdida. En su interior, totalmente
desfigurado, sólo una bella maqueta del molino nos recuerda su pasado. Los
participantes recorrimos las dependencias del antiguo molino y la casa, así
como las imponentes cárcavas sobre la acequia Gorda del Molino de la Sagra y
del cercano Molino del Marqués. Esperamos que algún día Diputación haga justicia con la
memoria de Ganivet y el Molino se convierta en un Museo o en un Centro Cultural
dedicado a Ganivet y exponga los pocos recuerdos del autor que tiene la
Diputación y los niños, que son el futuro, como decía Ganivet, puedan ir a
estudiar y conocer al autor de Granada la Bella. Algo se ha conseguido al menos
y hoy en día hay un expositor con las obras de Ángel Ganivet.
Después de leer un interesantísimo examen
grafológico de la firma de Ganivet por parte de Pedro Enríquez, los asistentes
salimos del molino. No sin antes dar las gracias al funcionario por sus atenciones,
agradecimiento que trasladamos a los responsables de la Diputación.
Con catorce años aprueba el ingreso y
comienza el bachillerato con sobresalientes y matrículas de honor, así como en
la universidad donde se matricula de Filosofía y Letras, descubriendo a Séneca
y en Derecho, en estos años conocerá a Seco de Lucena y a Gómez Moreno hijo
entre otros.
Pero Granada se le queda
pequeña a esta alma inquieta y en 1888 Ganivet se marcha a Madrid para
doctorarse en Letras y terminar la licenciatura de Derecho. Alli conocería a su
gran amigo Navarro Ledesma. En Madrid asiste al Ateneo del que se hace socio y
a las tertulias en los cafés de la época. En 1889 oposita con éxito para
ayudante de archivos y comienza a trabajar en el Ministerio de Fomento. En 1891
oposita sin éxito a la cátedra de griego en la Universidad de Granada, durante
este tiempo conocería a Miguel de Unamuno, cátedra que consigue José Alemany.
Qué distinto hubiera sido el destino de Ganivet de haber aprobado esta
oposición. Ese mismo año Ganivet conoce a una bella mujer en un baile de
máscara y se enamora de sus bellos ojos, no se casarían nunca, pero sería su
pareja hasta los últimos días de su vida. Con Amelia tuvo dos hijos, Natalia en 1893
(que moriría a los pocos meses en París) y Angel Tristán en 1894 (que moriría
en 1958 y tendría catorce hijos),
Antes de ascender a la Alhambra, visitamos
el parque del cuartel de las Palmas, (que en el futuro solicitaremos que lleve
el nombre de Ganivet), donde se puede ver la acequia Gorda descubierta y la entrada
de las aguas al Molino del Marqués de Rivas (molino rehabilitado recientemente que
no pudimos visitar por que el Ayuntamiento no atendió nuestra petición y no nos
abrió sus puertas).
Por el Caidero y Antequeruela Baja,
ascendimos hasta la Escultura de Juan Cristóbal, en la
fuente del Tomate, dedicada a Ángel Ganivet en 1921, en el paseo
central de la Alameda en la Alhambra. A la llegada nos saludó el Director de la Alhambra, D. Reynaldo
Férnández Manzano, acompañado de la presidenta del Centro Artístico Dª Celia
Correa Góngora. Tras unos breves discursos de elogio al autor de Granada la
Bella, dirigida a los asistentes con presencia de los medios de comunicación,
el director de la Alhambra, acompañado de la Presidenta del Centro, colocó un
ramos de flores en la escultura de Ganivet. A continuación Pedro Enríquez
declamó varios versos de Ganivet que los presentes aplaudieron. Finalizado este
emotivo acto nos dirigimos por el paseo central de la Alameda al cementerio.
En el primer patio del Cementerio de San José, se encuentra la sencilla tumba de Ganivet, con la lápida que tenía en el cementerio de Riga, con caracteres rusos. En torno a su tumba tuvo lugar el acto más emotivo del paseo, con la ofrenda de un ramo de flores en nombre del Centro Artístico por parte de su Presidenta. A continuación Narciso R. Crespo hizo lectura de un resumen de las crónicas de prensa sobre los emotivos actos de reconocimientos que tuvieron lugar durante el traslado de los restos de Ángel Ganivet, desde el cementerio de Riga hasta Irún a bordo del vapor Tibet y los multitudinarios recibimientos y homenajes que se hicieron al autor del Idearium Español, en la Universidad Central de Madrid y el apoteósico sentir de la ciudad de Granada durante su llegada, velatorio y entierro en 1925. A continuación Pedro Enríquez hizo lectura del emotivo verso del Escultor de su Alma “Quién pudiera rosa ser…” y Narciso hizo lectura de un verso propio, dedicado a la fecha de su muerte. Concluyendo este emotivo homenaje con unas palabras por parte de la Presidenta del Centro Artístico.
En el primer patio del Cementerio de San José, se encuentra la sencilla tumba de Ganivet, con la lápida que tenía en el cementerio de Riga, con caracteres rusos. En torno a su tumba tuvo lugar el acto más emotivo del paseo, con la ofrenda de un ramo de flores en nombre del Centro Artístico por parte de su Presidenta. A continuación Narciso R. Crespo hizo lectura de un resumen de las crónicas de prensa sobre los emotivos actos de reconocimientos que tuvieron lugar durante el traslado de los restos de Ángel Ganivet, desde el cementerio de Riga hasta Irún a bordo del vapor Tibet y los multitudinarios recibimientos y homenajes que se hicieron al autor del Idearium Español, en la Universidad Central de Madrid y el apoteósico sentir de la ciudad de Granada durante su llegada, velatorio y entierro en 1925. A continuación Pedro Enríquez hizo lectura del emotivo verso del Escultor de su Alma “Quién pudiera rosa ser…” y Narciso hizo lectura de un verso propio, dedicado a la fecha de su muerte. Concluyendo este emotivo homenaje con unas palabras por parte de la Presidenta del Centro Artístico.
A continuación, un grupo mucho más reducido, eran ya cerca de
las tres de la tarde, bajamos por la reformada Cuesta de los Muertos (como
diría Ganivet en su tiempo), hoy del Rey Chico, hasta la Fuente del Avellano. En este lugar tan relacionado con Ganivet hicimos un acto de reconocimiento
a ese grupo de amigos que formaban la Cofradía del Avellano, que todas las tardes del verano de
1897, se sentaban en torno al murete que circundaba la fuente del Avellano con
el magisterio de Ganivet en interminables tertulias literarias.
Que como diría Nicolas María López era una reunión de amigos. Nunca tuvo domicilio ni reglamento. El presidente nato fue Ganivet. En su estructura exterior se asemejaba a las Academias helenísticas. Sentado en semicírculo alrededor de una fuente natural bellísima, bajo un dosel de álamos y avellano, se departía con serenidad y elevación, en estilo granadino, que sabe combinar la seriedad de los asuntos con el ingenio y la gracia. Se oía a todos; al viejo y al joven, al grave, al díscolo, y no se decían más tonterías que las enteramente precisas para descongestionar un poco el ambiente poético del paisaje.
Que como diría Nicolas María López era una reunión de amigos. Nunca tuvo domicilio ni reglamento. El presidente nato fue Ganivet. En su estructura exterior se asemejaba a las Academias helenísticas. Sentado en semicírculo alrededor de una fuente natural bellísima, bajo un dosel de álamos y avellano, se departía con serenidad y elevación, en estilo granadino, que sabe combinar la seriedad de los asuntos con el ingenio y la gracia. Se oía a todos; al viejo y al joven, al grave, al díscolo, y no se decían más tonterías que las enteramente precisas para descongestionar un poco el ambiente poético del paisaje.
Crónica de Narciso Ruiz Crespo, coordinador de Oppidum Eleberis y Vocal de Patrimonio Histórico del Centro Artístico, Literario y Científico de Granada
Cartel del paseo por los Lugares Ganivetianos |
Manuel Rodríguez, Arturo Marín y Narciso Crespo |
Narciso Crespo se dirige a los presentes en la plaza del Campillo |
Plano de Granada de 1894 por Ramón González Sevilla |
Casa familiar en el nº 3 de la calle Darro Campillo, hoy de Enriqueta Lozano |
Narciso se dirige a los presentes |
Casa Natal en la calle San Pedro Mártir nº 13, medianera con el antiguo Molino hoy nº 15 |
Estado del antiguo molino en el nº 15 antes de la rehabitación que se está llevando a cabo |
Interior en proceso de reforma del nº 15 de San pedro Mártir |
Fachada en proceso de rehabilitación del nº 15 de San Pedro Mártir |
Plano de Granada de 1894 por Ramón González Sevilla |
Casa Molino de la Sagra hoy de Ganivet utilizado como Centro de Documentación de la Provincial de Granada y norte de Marruecos.......? |
Lápida del escultor Loyzaga en el molino de 1900 |
Enseñando el molino |
Maqueta del molino en la planta superior |
Enríquez leyendo el estudio grafológico a la firma de Ganivet |
Obras de Ganivet en el molino en el aniversario |
Miguel Ruiz de Almodóva y Narciso Ruiz Crespo en los jardines del molino |
Foto de grupo en el Molino |
Reynaldo saludando a Pedro Enríquez y Pilar Bueno |
Ofrenda floral del Director de la Alhambra a Ganivet, acompañado de la Presidenta del Centro Artístico |
Palabras de la Presidenta del Centro Dª Celia Correa y del Director de la Alhambra D. Reynaldo Fernández a los presentes y a los medios de comunicación |
Pedro Enríquez y su lectura poética de Ganivet |
Pedro Enríquez, Pilar Bueno y Narciso Crespo |
Cementerio de San José |
Ofrenda floral de la Presidenta y Vicepresidenta del Centro Artístico en la tumba de Ganivet |
Lectura de la crónica de la llegada de los restos de Ganivet desde el cementerio de Riga a España y de un poema dedicado a la fecha de su fallecimiento |
Dª Celia Correa Góngora Presidenta del Centro Artístico se dirige a los presentes |
Narciso Crespo, Pilar Bueno y pedro Enríquez en la tumba de Ganivet |
El hijo de Miguel Ruiz de Almodóvar recibiendo los aplausos de los presentes después de su lectura en la ffuente del Avellano |
D. Miguel Ruiz de Almodóvar y el Libro de Granada de los cofrades y amigos de Ganivet |
Lectura en recuerdo de la Cofradía del Avellano por parte de Crespo |
Foto de Grupo junto a la Fuente del Avellano |
Nuestra amiga Emilia García declamando poemas de Ganivet de regreso por el camino del Avellano |
Fotos, guión y texto de de Narciso R. Crespo, para la Asociación Oppidum Eléberis, protección y difusión del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de Granada
Estupendo articulo y recorrido. Solo un pero que es el motivo real de mi comentario. Ángel Ganivet ha de ser homenajeado y recordado por su ciudad natal, ha de rehabilitarse su figura y su legado, pues soy de la opinión que su obra Granada la Bella poco calado ha tenido entre nuestros politicos locales, cuanto menos en la practica. Ahora bien, no estoy de acuerdo que el toponimo de Las Palmas se pierda. S a ese parque se le cambia su original nomenclatura por la de Ganivet se perdera para siempre y hay que saber que es la propia de la antigua huerta sobre la que se edificó la fábrica textil allá por 1842. Tenemos la calle Ganivet, el molino de Ganivet, su casa natal y cualquier otra cosa a la que se pueda bautizar pero por favor, que no se pierda Las Palmas.
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